Informe
Efectos de la Equinoterapia sobre el sistema nervioso en niños
Desde hace mucho tiempo se reconoce el efecto terapéutico de las zooterapias para complementar el tratamiento de distintas discapacidades. La Equinoterapia es una de las formas más completas, puesto que brinda estimulación en diversas áreas, mejora la autoimagen, las habilidades sociales. Se aplica principalmente en los problemas locomotivos, pero también es eficaz en otras problemáticas.
El cerebro es en muchos aspectos, un órgano extraño, hasta tiempo muy reciente se creía, por ejemplo que carecía de reparación neuronal. En el adulto, las neuronas solo podían morir, jamás nacer, toda pérdida de neuronas era irreversible. La evolución no parecía haber dotado al cerebro de esta capacidad de regeneración que en muchísimos órganos demuestra ser tan útil.
Esta deficiencia se ha teorizado; el cerebro debía ser estable, para que recuerdos y pensamientos pudieran conservarse durante toda la vida. Entre los años 1970 y 1980, algunos estudios, largos y delicados de llevar a la práctica, habían realizado la proeza de poner de manifiesto el nacimiento de células en el cerebro de ratas adultas. Pero la cantidad de nuevas neuronas era tan ínfima -dos o tres por animal- que no consiguió hacer vacilar la teoría de la estabilidad del cerebro.
Durante los años siguientes y a través de la biología celular se había alcanzado tal grado de sofisticación que las observaciones se habían multiplicado en todas las especies, desde la musaraña hasta el hombre, observándose en el adulto la génesis de muchas neuronas, aunque solo en algunas zonas del cerebro parecían tener esa capacidad.
Pero, ¿no están en interacción permanente con otras zonas, a priori más estables? ¿Cómo explicar la neuroplasticidad de sus conexiones según los postulados de la antigua teoría?
Aun sin esperar respuesta a esta pregunta fundamental, se abriría una perspectiva en el campo de las aplicaciones terapéuticas: ¿sería posible engendrar neuronas a voluntad en caso de necesidad natural? Para llegar a esto, en primer lugar habría que descifrar las etapas de esta neurogénesis natural. En el tejido nervioso del embrión, ya hace tiempo se había identificado el papel de las células generadoras, las llamadas células madres.
En el adulto no fueron aisladas hasta 1992, pero desde entonces los investigadores van de sorpresa en sorpresa: estas células no están localizadas en la zona donde se observa neurogénesis.
¿Para que sirven? Misterio. Igualmente sorprendente es este reciente resultado: células madre tomadas del cerebro del embrión de ratón son capaces de producir... ¡células sanguíneas! ¿Es posible la manipulación inversa? De serlo, ¿permitiría disponer de una fuente casi inagotable de neuronas? Si bien los trasplantes de células nerviosas, tomadas de embriones humanos, están en fase de ensayo clínico, las potencialidades de las células madre vuelven a alcanzar con fuerza los debates éticos. Generalmente se cree que todas las neuronas de nuestro cerebro están en él desde el nacimiento.
Este hecho se considera una característica esencial del cerebro de los mamíferos, así en la edad adulta, todos los procesos de aprendizaje se organizan en el marco de un cerebro anatómicamente estable, y la muerte de neuronas a consecuencia de una lesión o de una enfermedad provoca déficit permanente. Pero ahora sabemos que este dogma no es totalmente exacto. En todas las células de mamíferos estudiadas, incluido el hombre, ciertos tipos de neuronas continúan produciéndose durante toda la vida. La existencia de esta neurogénesis podría modificar las teorías del funcionamiento cerebral.
A pesar de que se abre perspectiva a la reparación del cerebro, la neurogénesis de la edad adulta modifica el modo de contemplar el funcionamiento normal del cerebro. Desde hace algunos años, van observándose más y más signos de la neuroplasticidad anatómica en el cerebro adulto, a varios niveles y principalmente en lo que se refiere a la forma y el número de sinapsis.
¿Qué es la Neuroplasticidad?
El cerebro es un órgano plástico y acorde a ello cambia constantemente: en sus circuitos neuronales como resultado de la relación del individuo con el medio que lo rodea, físico, emocional y social. Esta capacidad se denomina neuroplasticidad, es decir, es la adaptación del SNC para minimizar los efectos de las alteraciones estructurales o fisiológicas, sea cual sea la causa originaria. Esta capacidad, si bien se experimenta toda la vida, su recuperación depende de la edad, extensión de la lesión, rehabilitación, factor ambiental y psicosocial.
El grado de neuroplasticidad depende de factores intrínsecos y extrínsecos:
Intrínsecos
- Edad.
- Área afectada.
- Rapidez de la instauración de la enfermedad.
- Mecanismos de reorganización cerebral.
Extrínsecos
- Factores ambientales.
- Factores psicosociales.
- Orientación rehabilitadora.
Hay dos tipos de Neuroplasticidad.
Neuroplasticidad anatómica o estructural (sistema secundario al cerebro): es fenómeno común en las sinapsis en la que tanto los estímulos fisiológicos como las condiciones del entorno pueden dar origen a cambios morfológicos y numéricos.
Neuroplasticidad funcional: es la neuroplasticidad sináptica axonal que no tendría utilidad práctica, si el ciclo funcional no se completa por la acción de los neurotransmisores específicos.
La Neuroplasticidad se modifica:
Por edades:
- Cerebro en desarrollo.
- Cerebro en período de aprendizaje.
- Cerebro adulto.
Por patologías:
- Patologías en lesiones motrices.
- Patologías en lesiones sensitivas.
- Patologías en la afectación del lenguaje.
- Patologías en lesiones que alteran la inteligencia.
En la neuroplasticidad influyen:
- Factores biológicos y psicológicos.
- Actitud.
- Refuerzo más por parte de su entorno más cercano.
- Autoestima e independencia.
¿Por qué la Equinoterapia?
La utilización de animales, y concretamente de los caballos, como agentes terapéuticos es una opción ampliamente desarrollada desde hace años y en continua expansión en la actualidad.
Puede considerarse como un nuevo apartado de la Medicina Física, puesto que ofrece un conjunto de técnicas alternativas y complementarias rehabilitadoras complejas aplicables a un gran número de cuadros discapacitantes, fundamentalmente del aparato locomotor. Incluye diversas técnicas a desarrollar mediante metodologías programadas. En el campo de la cinesiterapia, la hipocinesiterapia facilita la estimulación y la reeducación de patrones motores, así como la normalización de reflejos posturales. Se engloban aquí actuaciones cinesiterápicas pasivas, asistidas, que incluyen facilitaciones neuromusculares propioceptivas y activas.
Porque es un método terapéutico, una coterapia, ya que utiliza el caballo dentro de un abordaje interdisciplinario en el área de salud, educación y deporte, mejorando el desarrollo biosicosocial de los pacientes.
Las técnicas de la equinoterapia son siempre triangulares, en un esquema de actuación en el que se interrelacionan el paciente, el caballo y el terapeuta, mientras este último da las directivas, la formación del binomio jinete-caballo interactúa llevando a cabo la biodinámica de los movimientos desde el jinete al caballo y viceversa.
La ambivalencia simbólica del caballo obliga a tener muy en cuenta el modo en que, inicialmente y en etapas sucesivas, se efectúa el encuentro entre el caballo y el paciente, ejemplo:
- Acto de sacarlo de la cuadra y llevarlo a un prado, a una pista o a un corral.
- Observación de cómo se mueven, y se desplazan, cómo comen o se abrevan.
- Aproximaciones y contacto inicial por el costado, la cola, la cabeza y la boca.
- Traslado del animal de un lado para otro. Junto a él, llevándolo de las bridas, guiándolo por la voz o el gesto.
- Monta y desplazamiento sentado a horcajadas en dirección a la cabeza o la cola, o bien lateralmente; tumbado boca arriba o boca abajo donde se lleva a cabo un participación activa de el sistema osteoartromuscular.
La equinoterapia está basada en la neuroplasticidad, utilizando al caballo como instrumento.
Para comprender el efecto de la equinoterapia en el sistema nervioso, nos situamos ante uno de los órganos de los sentidos: sistema óptico, ya que a través de nuestros ojos sincrónicamente tenemos una visión panorámica y tridimensional porque recibe, procesa todos los estímulos, especialmente los luminosos y los transforma en impulsos fotoeléctricos para formar imágenes en el cerebro, junto a los ojos está en alerta el resto de los sentidos como son audición tacto, olfato y gusto.
Si bien los primeros receptores de estímulos externo son los sentidos, el proceso interno se lleva a cabo por las vías sensitivas y motoras que lo conducen al córtex, cuerpos neuronales agrupados en capas en el cerebro. Mientras el córtex motor primario es el responsable de la generación de impulsos neuronales, que controlan la ejecución de los movimientos, el córtex suplementario se encarga de planificar y coordinar los movimientos complejos, logrando una auto regulación del comportamiento.
Simultáneamente funciona el tálamo, estructura situada en el centro del cerebro (formado por 80 núcleos), el gran filtro de los estímulos antes de llegar a la corteza, los núcleos de conexión específicos, inespecíficos y de asociación que actúan dando respuestas emocionales al medio ambiente interno y externo; y juega un papel importante en la expresión facial de sentimientos y emociones.
Junto a ellos están los núcleos basales: caudado, estriado, pallidum, putamen, que están en la base del cerebro y están interconectados con la corteza, tálamo y tallo cerebral (centros de la vida vegetativa), estos son los que controlan los movimientos voluntarios realizados de forma inconsciente en el que se involucra al cuerpo entero en tareas cotidianas, rutinarias.
Finalmente trabaja el cerebelo, que procesa la información de otras áreas del cerebro y de receptores sensoriales, con el fin de indicar el tiempo exacto para realizar los movimientos coordinados, suaves del sistema esquelético; regulando el tono (aumentando o disminuyendo) para facilitar la realización de los movimientos voluntarios; mientras el sistema vestibular mantiene el equilibrio y los ajustes del reflejo vestíbulo ocular, mientras el espinocerebeloso controla la ejecución de músculos agonistas y antagonistas durante el movimiento.
Observamos:
- Coordinación - Sincronía motora.
- Metría: medida.
- Diadococinesia: ejecución voluntaria alternativo y rápido de movimientos sucesivos y sus antagónicos.
- Sinergía : tono - atención.
- Sensibilidad : dolor, tacto, temperatura.
- Sensibilidad profunda: dolor propiocepción (sensaciones corporales), presión, vibraciones espaciales, estereognosia, percepción en el espacio. Somatognosia (imagen corporal).
¿Por qué el caballo?
El caballo es un animal dotado de un gran número de capacidades físicas y socioemocionales potencialmente desarrollables. Desde el punto de vista estrictamente físico biomecánico, con el caballo se logra una serie de beneficios motores aplicables a las actuaciones cinesiterápicas.
1. Por su base física diferenciada
Ya que sobre el caballo, el sujeto se encuentra por encima de su propia altura y se adapta a una superficie redondeada y móvil distinta a la horizontalidad del suelo, de los asientos y de los hechos, incluidas las camillas de tratamiento fisioterapéutico. Asimismo, percibe unas condiciones ambientales con un cierto componente antigravitacional, intermedio entre el aéreo convencional sobre el terreno y el acuático de las piscinas y bañera de terapia física.
La base de sustentación del sujeto se desplaza desde el apoyo plantar bilateral de configuración rectangular al triangular (delimitado por ambas tuberosidades isquiáticas y el pubis) de asiento sobre el animal, con distribución simétrica de la carga corporal. Esta nueva postura consigue liberar los miembros inferiores de los superiores con respecto al tronco, lográndose una especie de ruptura biomecánica que facilita la reestructuración de los esquemas motores del cuerpo y la instauración de nuevos patrones cinéticos en condiciones ontogenéticas favorables para el desarrollo y perfeccionamiento neuromuscular.
2. Espacio sensorial inédito para el jinete
Sobre el caballo se logra una nueva interpretación del entorno, ya que el jinete se enfrenta a él desde otro punto de vista, con lo que se modifica su abordancia y su territoriedad.
El medio físico resulta más fácilmente dominable desde lo alto del caballo, menos inmediato y agresivo, por lo que a partir de estas experiencias se puede manejar de otra forma. El caballo en movimiento ofrece la posibilidad de llevar a cabo una educación complementaria de la mirada en lo referente a la búsqueda activa de objetos, discriminaciones figura - fondo y proporciones relativas, en función de las distancias y las perspectivas. Lanzar y recoger objetos desde el caballo, parado o en movimiento desarrolla experiencias psicomotrices diferenciadas.
3. Asiento reactivo desde el que se impulsan vectores de fuerza mesurados y rítmicos
El caballo se mueve al paso, proporcionando al jinete una relajación constante y progresiva durante la terapia; por su movimiento cadencioso, repetitivo, tridimensional estimula el S.N., músculos y articulaciones. Cada paso del caballo completo impone dislocaciones de la cintura pélvica del jinete del orden de los 5 cm en el plano vertical, horizontal y longitudinal y una rotación de 8° para un lado y para el otro.
Cada paso del caballo produce desde 1 a 1,25 movimiento por segundos, en 30 minutos de trabajo el jinete ejecuta entre 1800 a 2250 ajustes osteoarticulares que son transmitidos al cerebro vía médula y al resto de las estructuras nombradas, con una frecuencia de 180 oscilaciones por minuto, esto genera una gama de estímulos propioceptivos y extereoceptivos que actúan en algunos nuevos aprendizajes y nuevos eneagramas psicomotores.
¿Por qué el caballo? Porque como todo animal herbívoro, no posee agresividad, ya que tiene pulsaciones que oscilan entre 30 a 40 latidos por minuto, transmitiendo al jinete: relajación, tranquilidad y armonía.
¿Por qué el caballo? Porque tenemos algo común ya que según Dr. B. Blocker (Proyecto genoma del caballo) más del 60% del genoma del caballo coincide con el del ser humano.
“Porque desde la Psicología genera sensaciones placenteras, aumento de la concentración, de la autoestima y emociones, a través de la relación con el entorno físico y social”.
“Porque desde el punto de vista social, permite la integración, cooperación, actividad lúdica, paciencia, concentración, contención, sentido de responsabilidad y autoconfianza”.
¿Cómo se trabaja? Priorizando básicamente lineamientos técnicos que partan de un correcto asiento (postura), la sincronización del binomio (caballo-jinete), el trabajo en las marchas (paso, trote, galope) los ejercicios y las actividades propuestas por los terapeutas en cada caso en particular.
Se implementan programas utilizando distintas técnicas de equitación y actividades ecuestres, aplicando metodologías acorde a las patologías de los alumnos, desde las graves como Parálisis Cerebral, microcefalias, como así también, Síndrome de Down, Esquizofrenia etc.; tratando que a través del deporte y sin darse cuenta puedan lograr una rehabilitación. Recordando un lema: Tenacidad y continuidad acorde a los objetivos planteados.
Liliana Urrutia*
* La Prof. Lic. Liliana Urrutia es Maestra Normal Nacional, Profesora en Ciencias Naturales, Postítulo en Educación para la Salud (Universidad Nacional de Rosario). Licenciada en Educación para la Salud (Universidad Nacional de Rosario).
E-mail de contacto: lilianitaurrutia@gmail.com
Fuente: El Cisne
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